Espolón de poniente V+. Peña Rueba (cara oeste)
Escalada a la vía Espolón de poniente, en Peña Rueba (Murillo de Gállego).
Vía de dificultad baja, bien equipada y bonita. 12 largos de los cuales los cuatro primeros son los mejores. Pero como las reuniones no son rapelables, hay que terminarla. Situada en la cara oeste de la Peña Rueba, a la Punta Blanca detrás del mallo la Calva.
Hasta el mediodía no empieza a dar el sol, y, encaso de viento, sopla más fuerte cuanto más altos estamos. Hay que tener en cuenta estos factores para escoger el día correcto para disfrutarla. Roca buena en general, pero un poco peor en los tramos más sencillos.
Aproximación: Desde Murillo de Gállego, entrar al pueblo por el parque, a la izquierda, y continuar por calle asfaltada hasta arriba y, cuando comienza a descender, desviarse a la derecha por pista sin asfaltar. Seguir la pista algo más de 2 kilómetros, y buscar un sitio para dejar el vehículo antes de que la pista haga un giro cerrado a la izquierda donde atraviesa un barranco.
Desde el lugar de aparcamiento, a la derecha, sale una senda que se dirige hacia el visible mallo la Calva, reconocible por su enorme techo. Pasaremos debajo del techo, ya que esta vía comienza a la izquierda del mismo.
Seguimos por una cornisa hasta un parabolt con una cinta indicando el nombre de la vía. Nos servirá como R0. Unos 20 minutos desde el coche.
L1-2: Comienza fácilmente por terreno algo vertical. Tras un paso fino (V+) llega una zona más fácil (reunión intermedia) siguiendo una fisura vertical. Tras esta fisura, nos subimos a una repisa, hasta que llegamos a la reunión a la izquierda. (40 metros, V+).
L3-4: El largo más bonito de la vía. Se trata de un diedro oblicuo tendiente a la izquierda, muy estético. Aunque la roca parece mala, es estupenda. El paso está al salir del diedro (6a) aunque puede hacerse más fácil si nos agarramos a la sabina que hay arriba. Podemos saltarnos la reunión que hay después y seguimos por un muro vertical (V) y un poco fino. Tras este muro, el largo se va volviendo más tumbado. (40 metros, 6a).
L5-6: A partir de este largo, la vía pierde un poco de interés en cuanto a dificultad, aunque no en vistas. La vía pasa a ser tumbada, pero no deja de tener interés. Continuamos escalando con tendencia a la derecha. Al ser más fácil, los parabolts van alejando y cuesta un poco más encontrarlos. Suelen tender a derecha. En este largo también podemos saltarnos una reunión. Los últimos metros tienen mucha piedra suelta, pero no tienen apenas dificultad. (50 metros, IV+).
L7-8: Otro largo tumbado y rápido, en general de dificultad baja. Hay una reunión junto a una cueva, apurando las cuerdas. (60 metros, IV+). Desde aquí hasta el final, recorreremos el espolón-cresta visible desde el coche por encima del mallo la Calva con unas estupendas vistas.
L9: Salida algo vertical y después tumbando hasta llegar a la reunión prácticamente andando. Si sopla el viento hay que tener cuidado a partir de aquí. Curioso lugar de reunión, con un puente de roca que permite ver al otro lado del espolón y que se ha aprovechado para montar un largo cintajo para montar un rápel. (30 metros, IV+).
L10: Largo de que nos lleva hasta la brecha (III, 30 metros). Posible descenso desde aquí rapelando (25 metros según la reseña) hacia la faja para tomar la ferrata. Pero continuamos por el espolón, ya saltando otra reunión para llegar al final de la vía.
L11-12: Largo de más de 60 metros, con lo que si se empalman, los últimos metros serán en ensamble. Sin demasiado problema al ser fáciles, aunque algo rotos, pero también bien equipados.
Descenso: Continuar hacia el este (camino bien marcado con mojones) hasta cruzarnos con el camino que enlaza con la ferrata Sur de Peña Rueba, para enlazar con el camino que nos deposite de nuevo en el coche. 50 minutos.
Vía generosamente equipada con parabolts salvo los últimos largos. 15-18 cintas express (sobre todo si empalmamos largos). Prever algún aro para posibles reuniones en sabinas. Reuniones NO rapelables.
